viernes, 11 de octubre de 2013

El pecado de la mirada




Entre las cosas prohibidas por el Islam respecto al sexo está el mirar a los miembros del sexo opuesto con deseo. Pues la vista es la llave a los sentimientos; y la mirada es la mensajera del deseo, cargando un mensaje de fornicación y adulterio. Un poeta de tiempos antiguos dice: “Todos los asuntos empiezan con una mirada. El fuego incontenible puede iniciarse con una chispa”. A su vez, un poeta contemporáneo dice: “Una mirada, una sonrisa, luego un movimiento de cabeza; llega una conversación, luego una promesa y luego: el calor de lecho." Por eso es que Allah mandó a los creyentes y las creyentes que bajen la mirada junto con su orden de guardar con castidad sus partes íntimas: “ Di a los creyentes que bajen la vista con recato y que sean castos. Es más correcto. Allah está bien informado de lo que hacen. Y di a las creyentes que bajen la vista con recato, que sean castas y no muestren más adorno que los que están a la vista, que cubran su escote con el velo y no exhiban sus adornos sino a sus esposos, a sus padres, a sus suegros, a sus propios hijos, a sus hijastros, a sus hermanos, a sus sobrinos carnales, a sus mujeres, a sus esclavas, a sus criados varones fríos, a los que niños que no saben aún de las partes femeninas. Que no batan ellas con sus pies de modo que se descubran sus adornos ocultos. ¡Volvéos todos a Allah, creyentes! Quizás, así, prosperéis. “ (24:30,31) Hay numerosas prescripciones divinas en estos dos versos. Dos de ellas son pertinentes a hombres y mujeres: bajar la vista y guardar castamente los órganos sexuales. El resto de los comandos están dirigidos exclusivamente a las mujeres. Se debe notar la diferencia entre la frase: “que bajen la mirada” y la frase: “que guarden sus partes íntimas”. Mientras que los órganos sexuales se deben guardar totalmente del pecado; bajar la mirada será sólo parcialmente, porque la necesidad y la conveniencia general de la gente requiere que algunas miradas a los miembros del sexo opuesto sean permitidas. “Bajar la mirada” no significa que, en presencia del sexo opuesto, los ojos se deban cerrar o que se debe inclinar la cabeza hacia el suelo, ya que esto sería imposible. En otro punto del Corán encontramos : “baja tu voz” , que no significa cerrar los labios; “¡Sé modesto en tus andares! ¡ Baja la voz! ¡La voz más desagradable es, ciertamente, la del asno!”. (31:19) ”Bajar la mirada” aquí, significa evitar mirar el rostro de los que pasan ante uno y evitar acariciar las atractivas formas de los miembros del sexo opuesto con los ojos. El Profeta (B y P) dijo a Alí bin Abi Tálib: “Ali no dejes que una segunda mirada siga a la primera. La primera te es permitida, pero la segunda no”[8] El Profeta (B y P) consideraba las miradas lujuriosas y ardientes a una persona del sexo opuesto como “el Zina de la vista”, según dijo: “Los ojos también cometen Zina; su Zina es la mirada libidinosa”[9] El denominó las miradas con deseo como “Zina” porque estas dan satisfacción y placer sexual en una forma ilícita. Esto mismo es lo que se relata que Jesús (B y P) dijo en el evangelio de Mateo: “ Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón” (Mateo 5: 27-28) Ciertamente, tales miradas libidinosas y llenas de deseo no son un mero peligro a la castidad sino que causan también agitaciones en la mente y pensamientos perturbados.

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